A ver, como en todo, hay de todo un poco. Desde hoteles boutique con spa pequeñitos, súper íntimos y con un rollo muy personal, hasta establecimientos más grandes con instalaciones más amplias, piscinas, jacuzzis y una carta de tratamientos que no te la acabas. Algunos están en el centro de Lugo, perfectos para explorar la ciudad y luego relajarte. Otros, sin embargo, se encuentran en entornos rurales, rodeados de naturaleza, ideales para una escapada de desconexión total. La clave es encontrar ese que encaje con lo que te apetece.