A ver, como en todo, hay de todo. Desde el balneario de toda la vida, con ese encanto clásico y tratamientos que pasan de generación en generación, hasta sitios más modernos con circuitos termales de esos que te dejan nuevo. Algunos están especializados en chorradas, digo, en afecciones respiratorias, reuma… otros son más de masajitos, tratamientos de belleza… En fin, que la oferta es amplia. Pero el denominador común es el agua, ¡esa agua gallega que tiene propiedades que ni te imaginas!